martes, 24 de noviembre de 2009

Según quien mire

Hoy pensé mas que otras veces en que es casi imposible no ver el mundo atravéz de un prisma propio.
Es una tontera la que digo, pero resulta que cuando yo era adolescente, creia como muchos, que la vida se abría camino a toda costa y muy a pesar de todo.
No es que la afirmación haya perdido validez, solo que ya no veo la concepción en estos términos.
En el mundillo de consecuencias no medidas que acarrean las practicas adolescentes tempranas, los embarazos indeseados arremetían en la realidad de algunos con la fuerza de un huracán. Siempre existió y sigue existiendo entre adolescentes y jóvenes un conscenso generalizado sobre el enorme poder de la concepción.
La vida que se cuela en las entrañas, que aparece aun donde no se la llama, que se apega a cuerpos hostiles o incluso enfermos, que doblega voluntades. La contudencia de lo que no se enmienda fácil, lo que no se borra ni permite ir hacia atrás, -tal cuando se empieza a escribir con tinta y se abandona la tranquilidad del lápiz y la goma-. La vida que testarudamente sigue, se nutre y crece sorteando todo tipo de dificultades. Desde las habilidades gimnasticas de sus portadoras, descuidos alimenticios, hasta aplicaciones en ingestas varias.
Este es y ha sido despues de todo, -millones de años de evolución humana hasta esta parte-, el llamado de la naturaleza. Constante, inalterable.
Se dice que es un aporte mínimo el que natura pide a las especies que satisfagan, para cumplir con el plan natural. Claro que si bien en los primeros tiempos de nuestra civilización, la procreación habría sido decisiva en la conservación de la especie, lo cierto es que hoy con 6.798.109.835 de habitantes en nuestro planeta, esta claro que los humanos ya no corremos peligro de extinción.
Por eso y por otras razones es tan dificil aceptar que una, no va a cumplir con el mandato natural en tiempo y forma.
Es dificil también, porque este esfuerzo que al decir de la ley de la naturaleza es mínimo, no requiere para su cumplimiento talento especial alguno. De hecho podría un ser solo permanecer mientras la vida le pasa por encima, y aun así dar vida. Lo contrario supondría tener habilidades y talentos varios y no poseer éste, el mas elemental y raso de todos.
En este contexto, el de un universo natural que no necesita mi aporte, mis aspiraciones y proyecto personal se pierden en el detrás de escena, donde nos dejo la naturaleza al soltarnos la mano.
De eso se trata ahora, del proyecto que a mí incumbe e interesa a los mios, de ganarle la batalla a la naturaleza, pequeña para ella y grande para quien escribe, que no por mala sino por descuidada y desordenada como lo ha sido siempre, en lo que a este tema atañe, simplemente no reparó en mí.
Es así que, esta noción de la vida que se aquerencia, que echa raíces fuertes, hace tiempo que no es la mia.
Mi realidad como la de muchas es la de la fragilidad humana. Se concentra en desproporciones de esfuerzos desmedidos y logros magros. La concepción supone en ésta, a la vida caminando por cuerdas flojas y resbaladizas.
Como en el reino del revés de Maria Elena Walsh, aquí la realidad es de espíritus férreos y cuerpos desaprensivos, de órganos incumplidores, en huelga permanente o de trabajo a reglamento. De obstrucciones piqueteras en trompas, de óvulos ausentes con y sin aviso, o rebeldes sin justa causa. De úteros desnaturalizados y poco amables, de endometrios huraños, de embriones debiles y escurridizos.
Actualmente y como primera impresión de genuina sorpresa, me admiro cuando me entero de que alguien esta embarazada. Así nomás? casi de la nada?, cuando? y sí, al mejor estilo de cocinera de la tele vernácula, "en el tiempo que me quedó entre la clase de spinning, de tenis, justo en medio del lio con los chicos y fulano que tardó una hora mas en dormirse depués de cena", "AH!, y como me sobraron como dos segundos y medio, te hice un lemmon pie".-
Es que acaso caímos en alguna otra dimensión del universo? Sera que como la luna que tiene dos caras, nos tocó por sorteo contemplar la de la precariedad de la vida?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Desde el principio

Creo que todavía no me presenté apropiadamente, y eso voy a corregir ahora mismo.
Como se lee en mi perfil, soy Ceci de treintaytantos años, en pareja con RAT (suena excentrico, pero esas son las iniciales de su nombre completo), desde hace casi una eternidad. En enero serán trece años.
Vivimos en Buenos Aires, ciudad difícil si las hay, en un antiguo departamento de amplios espacios.
Pese a su generosidad espacial, nuestro hogar se encuentra atiborrado de muebles y cosas.
Se puede bien afirmar que con los años hemos logrado reunir un buen puñado de objetos, comprados algunos, conseguidos, heredados, despreciados por otros y valorados por nosotros, etc. Lo cierto es que si bien en su reunión imperó en principio un criterio de necesidad, hemos tratado siempre de imprimirles un criterio estético (RAT es arquitecto), que se adecue al alto standar de mi querido, desde ya no siempre alcanzado!
Adivino la impresión ajena de los que entran a mi casa por primera vez. El de un sitio donde viven dos personas que muestran su aprecio por el mismo, (que se aman o no, eso no lo dice el mobiliario de una casa!), pero que indudablemente están habituados a convivir en equilibrio, armoniosamente (eso si lo dice la atmosfera de mi hogar).
Demasiados acostumbrados y afectos a estar solos. Diríase que por la abundancia de vidrio, de muebles de anticuario y la escacez de rincones libres, éstos no quieren complicar su existencia con chicos y/o mascotas.
Naada mas lejos de la verdad!!, hace mas de cuatro años que nos embarcamos en esta cruzada de ser padres, en carrera contra el paso del tiempo, el cual por ahora nos viene aventajando por varias cabezas!.
Para nosotros es muuuy raro!, como es que hasta hace un tiempo atras no pensabamos ni queriamos tener hijos, -dando por sentado que contabamos con esa habilidad, la cual se activaría al primer giro de opinión-, y hoy casi no podemos respirar sin que todos nuestros actos e intenciones apunten a lograrlo? Como es que llegamos acá?
Sin duda se trata de un imprevisto, pese a la noción apenas pronunciada y que nos ronda de permanente, de no haber empezado antes.
Y si lo hubieramos podido preveer, quien dice que lo hubieramos podido evitar?
No lo vimos venir, ese es nuestro IMPONDERABLE!, como el de mucha gente que no vive de acuerdo a sus planes.
La viuda que no planeo quedarse viuda teniendo todavía una importante reserva en años, el jubilado que despues de toda una vida de trabajo debe continuar en actividad lucrativa para sustentarse, la largamente ama de casa que, -oxidada en otras artes-, debe encarar un nuevo empleo, o los progenitores que, -reducidos en su habitat desde la partida de los hijos-, deben acomodarse para acoger al recientemente separado.
Es la oportunidad que tenemos de rescatar del fondo del placard, desempolvarla y lucir finalmente nuestra capacidad de improvisación.
Asi y todo somos felices. En este como en otros temas,-por fuerza de las circunstancias-, somos mas bien personas de hechos, menos complicados en embates teoricos y discusiones esteriles, y sí mas efectivos y ultimamente mejor entrenados por los reveces, en orientar y poner en ejercicio las soluciones.
Aunque no lo hablemos todo el tiempo, -porque nos esforzamos en mantener nuestra existencia en linea central, que tangencialmente se abre a esta otra-, tenemos una urgencia no declarada, -siempre presente-, a la que por separado y por razones de subsistencia, tratamos y tratamos de no sobrevalorar.

PD: Aclaro que si hoy llegara un BB a casa, nos encontraría a RAT y a mi felices y prontos a despejar paredes y prescindir de algun que otro mobiliario!

viernes, 13 de noviembre de 2009

Todavía creo en los milagros de la ciencia. Declaración de fe

Bueno, eso fue todo por ahora!, no habrá mas FIV para mi este año. Quedóseme la máquina a mitad de camino! Algo usual parece ser esto de que a una le suspendan la medicación a mitad del proceso de estimulación ovarica, al menos una de todas las veces. La razón: falta de respuesta esperada, o respuesta insuficiente, deficiente, insatisfactoria de mis ovarios. Esos caprichosos microfolículos (que se de muy buena fuente ecográfica, en un comienzo estaban allí!), por razones antojadizas, esta vez no respondieron al guiño con que tan sofisticada y onerosa medicación, los alentaba cada noche. Se me ocurren haraganes y un poco aburridos de este glamour de laboratorio que en definitiva, suprime sus funciones básicas. De seguro ya no cuento con el factor sorpresa. Habrá que seguir engañandolos con renovadas, o las mismas remozadas invitaciones!
Para eso, y para infusión de refrescante aliento a mis golpeadas esperanzas, apareció oportuna prescripción de pastillas milagrosas, de factoría extranjera, última generación de la ciencia puesta al servicio de la procreación, de carácter casi experimental por estos lares!. Exclusivísimas!, de elite, tanto que para conseguirlas no solo hay que munirse de prescripción médica sino también encargarlas en una o dos farmacias, las únicas que las proveen en esta gran ciudad, y esperar a que las preparen. O, en su caso, recurrir a pedido on line en laboratorio foraneo.
Acordamos, -que esta cosa de figurita dificil y que no figure en el vademecum-, le dan un plus a las bondades que se le imputan??.
La prohormona es DHEA, existe mucha información en internet que permite acceder a una amplia lectura sobre la misma.
Desde ya la información se dispara en varios sentidos, pero la que me interesa es la que trae promesas de fecundidad y abundancia para mis perezosos órganos, antes de reeintentar otra FIV convencional.
Para mas, se sugiere trae la misma efectos secundarios nada desdeñables, efectos rejuvenecedores!, aumento de la memoria, humectación de la piel, aumento de la líbido!, uyy!, que prometedor, cuanta expectativa!
Y sí! este parece ser un plan curiosamente diseñado, detrás de cada revés y con tiempo apenas para terminar de sorberme los mocos, me es dado en presentación nueva opción de la medicina moderna, o de la tradicional china!, en fin, nueva para mí o para occidente, la cuestión es que me obliga a despertar mi fe, poner de pie mis expectativas, reagruparlas y en fila india caminar hacia adelante, -por lo menos hasta nuevo aviso-, tooodo para que una como yo, que quiere declararse escéptica, no pueda plasmar ni una letra que ahí apunte, en todas estas notas!.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Pensando en comida

Estoy en la recta final para una nueva FIV, y muy a pesar de la rutina pesaroza que suponen los pinchazos diarios de la medicación, debo admitir que esta es la etapa que me sienta mas cómoda. Me siento positiva, enérgica y "andando". No puedo evitar que este optimismo se cuele en los actos de mi vida diaria. Es así, que cuando entro a mi casa me vienen unas ganas irrefrenables de redecorarla, pasar la tele del dormitorio al living, (cosa que luego pienso mejor y decido dejar para otro momento). Por escasos instantes estoy dispuesta a seguir el envión que me impulsa a vaciar las alacenas de la cocina y reordenar todos mis bártulos y cacharros, -el mismo impulso que tras unos momentos de estancada impavidez (mientras miro y miro las alacenas) dejo pasar, a fin que encuentre ubicación en el lugar de los impulsos perdidos-.
En ese afan, me esmero..."por mantener la intención"..de encontrar la forma de hacer pastas rellenas con harina integral, pastas de diferentes rellenos y tamaños, ravioles, agnolottis, capelletis, sorrentinos etc. Deliciosos integrantes todos ellos del reino de la "harina refinada y las grasas animales", que hemos debido resignar mi querido y yo (no sin gran pena), en pos de alcanzar, -de acuerdo a los términos de la alimentación organica que indica la medicina tradicional china-, nuestro ansiado "estado fértil".
Claro está que con la intención no basta, es ésta una tarea que requiere mas tiempo del tolerable en poner un plato de comida digna (que merezca la aprobación de médicos chinos y maridos) en la mesa.
No pasa una semana sin que me proponga firmemente, -un dia al menos-, comenzar con harina integral y palote en mano, a mezclar y amasar a horario temprano, es decir siete de la tarde mas ó menos como para no terminar cenando a horas imprudentes (nada apropiado para el trabajador medio que madruga cinco dias a la semana), pero hasta el momento eso no ha ocurrido. Siempre hay algo pendiente. Tiempo que no sobra, ingredientes que faltan se interponen entre mi paladar y ese bocado de masa oscura que mi imaginación supone, será un prodigio culinario.
Hoy mismo, llueve y tengo toda una tarde de inclemente clima por delante...Mmm!, voy a revisar en la heladera para ver que relleno puede ser.